Conseguir una empresa o negocio rentable no es tarea fácil. De hecho, son muchos los baches económicos por los que tiene que pasar cualquier empresario o emprendedor. Sin embargo, cuando la empresa o negocio llega al punto de no poder hacer frente al pago de sus deudas, es preciso abrir un proceso de concurso de acreedores.
¿Qué es un concurso de acreedores?
El concurso de acreedores es un procedimiento que tiene como finalidad dar solución a los problemas de solvencia y de falta de liquidez de una empresa, así como satisfacer el derecho a cobrar de los acreedores. Además, el concurso de acreedores busca la supervivencia del negocio, evitando que este quiebre.
Tanto autónomos como pequeñas, medianas y grandes empresas pueden beneficiarse de este procedimiento, aunque la mayoría de las solicitudes en España para la apertura de este procedimiento son solicitadas por empresas.
En definitiva, el concurso de acreedores es un sistema que se utiliza en caso de insolvencia y que tiene como fin hacer frente a las deudas de una empresa.
¿Cuándo se solicita un concurso de acreedores?
Una empresa o negocio debe solicitar la declaración del concurso de acreedores cuando se encuentre en situación de insolvencia o prevea situarse en esta tesitura. Es fundamental, por tanto, encontrarse en este escenario o a las puertas del mismo para poder solicitar la apertura de este proceso. En caso de solicitar el concurso de acreedores sin que proceda declarar este proceso, el que lo solicita podrá ser declarado culpable.
En definitiva, la situación de insolvencia es imprescindible para la declaración del concurso de acreedores. La insolvencia es, de acuerdo con la Ley 22/2003 Concursal, la imposibilidad de una empresa o autónomo de hacer frente con regularidad a las obligaciones económicas que tiene frente a sus acreedores. Esto significa que la situación económica que está atravesando la empresa es de tal magnitud que se prevé que esta entre en quiebra.
Fases del concurso de acreedores
La Ley Concursal establece que el concurso de acreedores se llevará a cabo en 6 fases diferentes. Sin embargo, en la práctica se sucederán 4 etapas.
Primera fase: Actos previos
Antes de la admisión a trámites del concurso de acreedores y de la apertura de este procedimiento, es preciso llevar a cabo algunas acciones previas. Durante esta primera fase se determinarán los presupuestos del concurso de acreedores, así como la situación en que se fundamenta la declaración del concurso.
Segunda fase: Fase común
Cuando se admite a trámite la solicitud de concurso a través de auto, da comienzo la fase común. Esta etapa finalizará con la entrega del informe concursal. Al inicio de esta fase, el procedimiento está dirigido a determinar la masa concursal, tanto la activa como la pasiva.
Esta fase es fundamental, ya que durante el desarrollo de esta el que se encuentra en situación de concurso no podrá llevar a cabo actuaciones de venta de parte de su patrimonio a instancia de un solo acreedor.
Durante esta fase el Juez encargado de llevar a cabo este procedimiento nombrará un administrador concursal. Este profesional es el encargado de analizar y revisar los datos que puedan ser relevantes para la resolución del concurso. Tras este análisis, el administrador concursal deberá elaborar un informe en el que se plasmará la cuantía de la masa activa y de la masa pasiva, además de un listado con los acreedores del que se encuentra en concurso de acreedores.
Tercera fase: Resolución del concurso
Una vez finalizada la fase común tiene lugar la resolución del concurso, que se dividirá en dos fases diferentes:
- Fase de convenio: durante esta fase el deudor llegará a un acuerdo con los acreedores. Para ello, ambas partes deberán presentar una propuesta de convenio. El objetivo de todo esto es evitar la fase de liquidación del patrimonio del deudor. Sin embargo, si ha vencido el plazo para presentar la propuesta de convenio, el Juez acordará de oficio la apertura de la fase de liquidación.
- Fase de liquidación: la apertura de liquidación se lleva a cabo cuando las partes del concurso no han sido capaces de llegar a un acuerdo. Durante esta fase, el administrador concursal elaborará un plan de liquidación para vender el patrimonio del deudor y así saldar la deuda con los acreedores.
Cuarta fase: Calificación
Durante esta etapa el Juez encargado del concurso dictará sentencia y se depurarán responsabilidades. Esto significa que se determinará si quien pidió la apertura del concurso es culpable por considerar que es responsable de su insolvencia.
En definitiva, el concurso de acreedores es un procedimiento fundamental que tiene como fin garantizar la supervivencia de los negocios que se encuentran en una tesitura económica complicada y no pueden hacer frente al pago de sus deudas.